(Fuente: Consejo Mundial de Iglesias) Desde sus inicios, el movimiento Ecuménico se ha involucrado de forma crítica en los problemas de justicia económica y social. En particular ha llamado nuestra atención la crisis económica global actual, que también afectó las economías ricas en el 2008 y que ha lanzado a millones de personas de todo el universo a la pobreza. En respuesta el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se dirigió a las Naciones Unidas y al Grupo de los 20 (G20) llamando a los gobiernos a enfrentar la ambición y la desigualdad sistémicas. En el 2009, el CMI lanzó una “Declaración sobre la Justicia en las Finanzas y la Economía de la Vida” en la que hace un llamamiento a un régimen financiero Internacional justo y democrático “asentado sobre la base de valores comunes: la honestidad, la justicia social, la dignidad humana, la responsabilidad mutua y la sostenibilidad económica”. En el 2010, como parte del compromiso por llevar a efecto la Confesión de Acra, la Asamblea General de la Unificación de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), en asociación con el CMI y otros organismos ecuménicos, convocó a sus miembro a preparar una conferencia ecuménica internacional para proponer una nueva arquitectura financiera y económica que:
esté basada en los principios de la justicia económica, social y climática; sirva a la economía real; Se responsabilice con las tareas sociales y medio ambientales; y ponga límites bien definidos a la ambición.
A partir de su profundo compromiso compartido por promover la justicia en la economía y en la tierra y en reconocimiento de la necesidad de trabajar juntos para tener un impacto significativo, el CMI, el CMIR y el Consejo para la Misión Mundial (CMM) acordaron la celebración de la Conferencia Ecuménica Global sobre una Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional para involucrar a los defensores de diferentes propuestas y soluciones en el establecimiento de criterios y de un marco de trabajo, así como para el desarrollo de un plan de acción encaminado a la construcción de estructuras económicas y financieras mundiales justas, humanitarias y sostenibles.
Nosotros- economistas, líderes de iglesias, activistas, políticos y teólogos- reunidos en el Estado de Sao Paulo, Brasil, entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre del 2012 para prever juntos una arquitectura financiera y económica mundial alternativa. Esta reunión ha sido respuesta y continuación a décadas de trabajo en torno a problemas de justicia económica, social y ecológica en los cuales el CMIR, el CMI, el CMM y la Federación Luterana Mundial (FLM) han estado enfrascados. Por consiguiente, las visiones y criterios para una nueva arquitectura financiera y económica y las alternativas expresadas en este documento, se basan en la Confesión de Acra de la CMIR,” la Declaración de Justicia Financiera y la Economía de la Vida” y el Llamamiento para la Acción de AGAPE (Economía de la Vida: Justicia y Paz para Todos”) del CMI, así como la declaración teológica de “La Misión en el Contexto del Imperio” del CMM.
La caída financiera y económica mundial del 2008 aumentó la pobreza y el desempleo de millones de personas en el Norte global y empeoró y profundizó la pobreza, el hambre, y la malnutrición de más personas aún en el Sur global que ya venían sufriendo décadas de pobreza y privaciones causadas por las injusticias en las relaciones financieras y económicas internacionales. El sistema de especulación, competencia y regulación inadecuada ha fracasado en ayudar a las personas, y lo que ha hecho, por el contrario, ha sido negarle un nivel de vida decoroso a la mayor parte de la población mundial. La situación es urgente…