(Artículo publicado en el periódico Réforme –nº 3609 14 mayo 2015-, distribuido durante el Sínodo de la Iglesia Protestante Unida de Francia)
SINODO. Cuando el Sínodo nacional de la Iglesia Protestante Unida de Francia debe pronunciarse sobre la bendición en general y sobre la de las parejas homosexuales en particular, regresa un rico debate.
Paul Ricoeur definía la ética del diálogo diciendo que lo que cada uno debe esperar de su interlocutor es que le proporcione sus mejores argumentos. Desde que empezó el debate en la Iglesia Protestante Unida de Francia, Réforme ha publicado decenas de contribuciones. En el momento en que el Sínodo nacional se dispone a tomar una decisión (o no), hemos reconstruido un diálogo entre dos interlocutores ficticios, Bendecir + y Bendecir –, en el que exponemos los mejores argumentos a favor o en contra de la bendición de los matrimonios homosexuales.
Biblia
Bendecir – : Me gustaría empezar por la cuestión del lugar de la Biblia en nuestra Iglesia. Con los Reformadores, yo diría que no nos corresponde a nosotros juzgar la Biblia, es la Biblia la que nos juzga. Tenemos tendencia a buscar en la Biblia los textos que se corresponden con nuestras ideas y ponerlos por delante. ¿No debemos dejar que la Biblia se nos resista, que conteste nuestros puntos de vista? En este registro, no se puede negar que todos los textos que hablan de homosexualidad en el Antiguo Testamento lo hacen de un modo negativo.
Bendecir + : Cuando nos apoyamos en la Biblia para argumentar sobre las cuestiones actuales debemos dilucidar su hermenéutica. Todos tenemos, seamos conscientes o no, un ajuar de claves para entrar en la Biblia e interpretar su mensaje. En ese registro, en buena teología, nuestra clave de lectura de las Escrituras es Jesucristo, la Palabra hecha carne. ¿Qué vemos en los Evangelios? Un Jesús que acoge a las prostitutas, que comparte la mesa de los pecadores, que honra la fe del centurión. Dicho de otro modo, un Jesús que era fundamentalmente inclusivo en relación con las normas de su época: murió por eso. Hoy, ¿No estamos llamados a inspirarnos en su mensaje controvertido?
Bendecir – : Es cierto que es necesario inspirarnos en la actitud de Jesús, pero retomemos los textos que ha evocado. Cuando Jesús comparte la mesa de los pecadores, es para celebrar el cambio de vida de un publicano. Cuando él acepta que una prostituta le seque los pies con sus cabellos, es para anunciar su perdón. Y cuando él no condena a la mujer adúltera, le dice: “¡Ve, y no peques más!” Dicho de otro modo, si Jesús acogió a todo el mundo, nunca ha transigido con la exigencia del Evangelio. Y la única vez en que se le ha preguntado sobre la conyugalidad, respondió citando dos versículos del Génesis que plantean dos separaciones estructurantes: la distinción hombre-mujer (En el principio, Dios los hizo hombre y mujer) y la distinción entre las generaciones (Dejará el hombre a su padre y a su madre). ¿La bendición de parejas homosexuales no corre el riesgo de enturbiar esas distinciones en una sociedad que está perdiendo referencias?
Bendecir + : Jesús respondió a una pregunta sobre el matrimonio, pero por definición, no podía pronunciarse sobre el matrimonio homosexual ya que no existía en su época. Puesto que hablamos de Jesús, interroguemos a su mejor interprete, el apóstol Pablo. Para los teólogos el versículo que mejor resume su teología es el que dice: “Todos vosotros habéis sido bautizados en Cristo, habéis sido revestidos de Cristo: ya no hay ni hombre ni mujer.” Cuando evoca la salvación significada en el bautismo, Pablo declara que lo que define al sujeto, es primero su estatus de hijo de Dios. Así que debemos acogerle, podemos bendecirle, independientemente de su estatus social, profesional… o incluso de su sexualidad.
Iglesia
Bendecir + : En buena teología protestante, la primera misión de la iglesia es anunciar la gracia que es una subversión de la ley. La tendencia de todas las sociedades y de todas las religiones, es apoyarse en la ley ya que les brinda seguridad. Pero recuerdo que Jesús murió por haber polemizado con la ley, no vayamos a volver a colocarnos bajo la idolatría de la ley y de la estructura. El Evangelio nos exige prodigalidad, por tanto seamos generosos en nuestras bendiciones.
Bendecir – : ¿Debemos bendecirlo todo entonces? En la historia, la iglesia bendijo a los animales, los objetos, las casas… pero también las armas y los cañones. El gesto de la Reforma fue oponerse a eta clase de superstición popular que quería bendecirlo todo. Fue iconoclasta respecto a esos ritos inútiles. ¿no deberíamos regresar a la sobriedad de nuestros padres?
Bendecir + : En la historia, la iglesia –incluso la iglesia protestante- siempre ha ido con retraso en relación con la sociedad en cuestiones de costumbres. ¿Cuánto tiempo hizo falta para aceptar el volver a casar divorciados? Cosa que en nuestros días es normal. El ministerio pastoral de las mujeres tardó mucho tiempo en ser reconocido. Lo mismo ocurre con el derecho al aborto. Los argumentos de quienes se oponen a la bendición de los homosexuales son los mismos que se oponían a todos estos temas. En un futuro, nuestros hijos no comprenderán porque dudamos tanto para bendecir los matrimonios homosexuales.
Bendecir – : Si la iglesia está convencida de que debe bendecir a los homosexuales, ¿Por qué no lo dijo hace veinte o treinta años, cuando la mayoría de los ciudadanos estaban contra el matrimonio de homosexuales? La iglesia aparenta ser profética cuando no hace más que seguir a la mayoría de la sociedad. ¿Y si los verdaderos profetas de hoy fueran los que cuestionan esta evolución? “No os conforméis a este siglo” dice el apóstol Pablo. En cuanto a la mirada que nuestros hijos tendrán sobre nuestros debates es muy fácil enrolarlos bajo nuestra bandera. Quizás tendrán la nostalgia de una sociedad un poco más estructurada y protectora.
Acompañamiento pastoral
Bendecir + : No olvidemos nunca que los homosexuales son en primer lugar hombres y mujeres, sujetos únicos, con las mismas esperanzas y los mismos fracasos que los demás. ¿Por qué tratarlos de modo diferente? Y si piden casarse, si quieren vivir una conyugalidad fiel e inscrita en el tiempo, ¿el papel de la iglesia no es el de animarles? Siempre se puede soñar con un mundo en el que la homosexualidad no exista, pero está. El papel de la iglesia es llamar a los homosexuales a vivir su sexualidad bajo la mirada de Dios. En ese registro, pienso que los versículos de la Biblia que condenan la homosexualidad no se aplican a una pareja que desea vivir en el respeto mutuo, como es el caso en el matrimonio.
Bendecir – : No seamos incautos. En la sociedad, los que defienden el matrimonio para todos, son quienes están contra el matrimonio en general. Tras el matrimonio para todos, lo que está en juego es la filiación y la apertura a la PMA (Procreación médica Asistida) y a la GPA (Gestación por sustitución). Según mi conocimiento, la iglesia no ha tomado posición sobre estas cuestiones. No tiene derecho a pronunciarse sobre la bendición de parejas homosexuales sin acompañarlo de una palabra sobre los niños. Bíblicamente incluso si la procreación no es el único objetivo del matrimonio, forma parte de su vocación.
Bendecir + : La bendición de parejas homosexuales es una extensión del derecho a personas nuevas, lo que debería alegrarnos. Como última palabra, una pregunta: ¿Qué es lo que molesta de que se bendiga a las parejas homosexuales? ¿A quién hace daño?
Bendecir – : Se daña al símbolo. Una sociedad necesita referencias. Estoy asombrado de cómo sufren nuestros adolescentes. No estoy seguro de que el mensaje de la validez de todas las sexualidades y de que se puede bendecir todo sea un mensaje que ayude a nuestros hijos a construir su propia sexualidad.
Antoine Nouis, director de la redacción.