Sobre el artículo

Sobre el autor

Cristianismo Protestante, la revista oficial de la Iglesia Evangelica Española. La Iglesia Evangèlica Española, fundada en 1869, es miembro del Consejo Mundial de Iglesias, de la Conferencia de Iglesias Europeas, de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y del Consejo Mundial Metodista.

Christopher Ferguson, Secretario General de la CMIR, será el ponente del Sínodo IEE

Chris Ferguson, Secretario General de la CMIR

Chris Ferguson, Secretario General de la CMIR

El próximo mes de octubre (9 al 12 de octubre de 2015) celebraremos nuestro 76 Sínodo General bajo el lema “Artesanos de la paz, sembradores de justicia“. Nos complace comunicar que el ponente en nuestro 76 Sínodo será Christopher Ferguson, Secretario General de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR). La Iglesia Evangélica Española es miembro de la CMIR.

Para conocer mejor al pastor Ferguson, deseamos publicar una entrevista que se le hizo cuando fue elegido como Secretario General de la CMIR.

____

(Fuente: CMIR) Chris Ferguson fue elegido secretario general de la CMIR, asumiendo responsabilidades al relevar a Setri Nyomi, quien sirvió durante los dos periodos permitidos. Chris es ministro ordenado en la Iglesia Unida de Canadá, ha servido en Canadá, Costa Rica y en otros países de América Central, así como en Jerusalén, Colombia y en las Naciones Unidas.

¿Qué fue lo que originalmente te convenció para convertirte en ministro?

Los caminos de la fe son profundos, así que es difícil dar una respuesta breve. Me surgió el interés por ayudar y servir a la gente por varias razones. Un verano de mi adolescencia me encontraba desocupado y mi madre me alentó a aceptar un trabajo de verano: “¿Por qué no ayudas en un campamento?” La experiencia que se me ofreció consistía en ayudar en un campamento dirigido por una congregación urbana de la
Iglesia Unida de Canadá (UCC por sus siglas en inglés) que se llevó a cabo en una isla fuera de Vancouver. Los que asistían eran en su mayoría gente de las Primeras Naciones, los más pobres entre los pobres; niños ansiosos con toda clase de historias difíciles.

Por primera vez vi este mundo como alguien que trataba de ayudar. Así que después de vivir varias experiencias dramáticas  como consejero del campamento, estaba convencido que podría indagar sobre la vida de estos niños en el centro de la ciudad. Fui al lugar y a quién vi realmente apoyando y acompañando a esta gente bajo circunstancias duras fue a la iglesia. Los modelos a seguir que vi fueron estos increíbles ministros.

Lo que vi, ellos en ministerio, no se parecía en nada a lo que yo había vivido. Yo solía tener una idea de lo que significaba el ministerio— invariable, aburrido, predicar un recalentado Evangelio a un público desinteresado. A los 16 años de edad eso no era muy importante para mí. Entonces vi que ese ministerio significaba realmente brindar el servicio de llevar el Evangelio de vida a la gente en los lugares en los que ellos vivían y donde su dolor estaba.

La respuesta corta: Salí de la iglesia para descubrir el mundo y tuve increíbles modelos a seguir.

De tu etapa como ministro parroquial ¿qué aprendizajes aún llevas contigo?

Creo que son tres:

1) La primera acción del ministerio es ir a donde la gente está, a donde el dolor se encuentra, ir y estar físicamente con esos que están sufriendo y que están heridos.

2) Sin lugar a dudas, y creo que esto es fiel a nuestra tradición, todos estamos juntos en esto. Todos estamos en ministerio. Los ministros son la congregación y juntos somos llamados al ministerio.

3) El mundo continúa evangelizando a la iglesia al igual que ésta evangeliza al mundo. Dios trabaja a través del mundo para poner la iglesia al servicio del Evangelio y de la misma manera a la inversa.

Parece que tienes afinidad tanto por la justicia social como por Latinoamérica. ¿Qué te llevó, en un inicio y a largo plazo, por esos caminos (temática y geográficamente hablando)? 

La respuesta fácil podría ser los golpes de Estado en Chile, en Argentina, la Guerra Sucia y las revoluciones en América Central. Pero no fue la parte intelectual la que me condujo a esto. Esos desplazamientos masivos significaron que mi mundo se inundaba de refugiados. Latinoamérica fue envuelta en estas horribles situaciones de desplazamiento, injusticia, etc. lo cual significaba que su gente buscaba refugio. Dale siempre la bienvenida al extranjero porque al hacerlo muchos han recibido ángeles sin darse cuenta. América Latina vino hacia mí y entonces parecía que lo único correcto por hacer era ir allá con los hermanos y hermanas latinoamericanos y compartirles lo que podíamos compartir.

No es posible ocuparse de todo pero tanto norteamericanos como europeos necesitan considerar como una obligación ética esas situaciones en donde somos cómplices de la injusticia. En América Central hubo una particular complicidad, económica y política, por parte de Norteamérica.

Claramente has viajado bastante. ¿Cuáles son algunos de los momentos más destacados en de tu carrera profesional?

Todos mis trabajos formales han sido verdaderamente ecuménicos al colaborar con otros.

Un momento particularmente memorable de mi trabajo en Canadá fue el combinar justicia y trabajo de misión además de fomentar la equidad de género en el trabajo de misión global—forjando nuevos conceptos sobre la colaboración entre misiones (tanto con la UCC como con el Consejo Mundial de Iglesias (CMI)) incluyendo que la misión es de todo para todos los lugares—el Evangelio completo para el mundo entero.

Fui tanto el secretario general como el oficial ecuménico de la UCC—trabajando en misión y unidad. Lo que ahora veo en este trabajo es que la mano de Dios creó esta inusual combinación: el hombre activista-misionero contra el hombre de la unidad-comunión.

Mientras trabajaba en América Central tuve el privilegio de acompañar a Rigoberta Menchú (ganadora de un premio Nobel de la Paz) a la zona de guerra/conflicto guatemalteca. Y en 1989, estaba dando un taller en una iglesia bautista en El Salvador cuando la guerra llegó a la ciudad. Coordiné por un tiempo el trabajo de los derechos humanos y el cuidado pastoral de los misioneros y los trabajadores de la iglesia que fueron víctimas de la guerra. Eso me confirmó que el ministerio realmente significaba estar ahí para la iglesia, ver a la iglesia ahí, en situaciones de conflicto, y constatar que podemos hacer la diferencia.

Después de estar en Jerusalén—el cual también fue un momento memorable, al tratar de reunir las iglesias en el Centro Intereclesial de Jerusalén—me pidieron representar al Consejo Mundial de Iglesias ante las Naciones Unidas. En uno de mis primeros días de trabajo, mientras estaba sentado en la oficina, llegó una mujer y dijo que ella pertenecía al el Comité Central Menonita y que tenía una pregunta: El presidente Mahmoud Ahmadinejad (de Irán) está en camino y el presidente George Bush se niega a reunirse con él—mucha tensión— ¿podría el WCC acompañarlos para que, ellos y Ahmadinejad, pudieran dialogar sobre bases religiosas? Nuestro compromiso primordial fue decir que sí, creemos que debemos hablar y dialogar, somos llamados a amar incluso a los enemigos.

¿Qué esperas aportar a la CMIR?

Creo que la gente que me conoce me dice frecuentemente que tengo mucha pasión y energía y que soy, de manera vehemente, teológicamente inquisitivo. He sido dotado con la aflicción del análisis. Es de suma importancia ser críticos para darnos cuenta de la manera en la que funcionan las cosas.

Creo que además de la pasión también aportaré un sentido indispensable de urgencia: siento que no es sólo la pasión por invertir en uno mismo, sino que estoy motivado porque, como planeta, estamos en un mal lugar. No podemos desperdiciar el regalo de Dios dejando que reine una situación escandalosa. Lo anterior incluye injusticias humanas y ecológicas.

Presiono y empujo pero al mismo tiempo estoy extremadamente comprometido con las relaciones y las reconciliaciones. Debemos avanzar para llegar todos juntos. El avanzar nos permite unirnos, el avanzar es una fuerza de unidad.

También aportaré el humilde sentido de que el aprendizaje no ha terminado para mí. Para la CMIR ésta es una oportunidad para continuar ofreciéndonos regalos a todos nosotros. Aún hay mucho por aprender acerca de lo que podemos aportar y contribuir a la gran familia ecuménica.

En tu opinión, ¿qué crees que aporta hoy en día la familia Reformada al mundo?

Lo que aportamos es este espíritu de renovación y transformación de nosotros mismos porque entendemos que los que son llamados son llamados para transformar el mundo. Lo que aportamos es que transformamos de manera vibrante, teológica, en la luz de la Escritura. Este es un regalo que nos ha sido otorgado. Creo que lo que aporta es importante porque las raíces históricas y el don de la Reforma es el principio Protestante que dice que nada es definitivo excepto lo definitivo por sí mismo.

En momentos difíciles cuando la integridad de la fe es desafiada por injusticias, podemos confesar y proclamar teológicamente al mundo—lo que ha permitido confesiones como las de Barmen, Belhar y Accra. Nosotros aportamos este enfoque muy preciso en una relación con el Dios que tiene como escenario el mundo entero y la creencia que cualquiera que impida sentir y experimentar el señorío de Dios será desafiado. Será cuestión teológica cualquier situación donde la vida sea amenazada.

Esta obediencia a Dios requiere que estemos en el mundo mismo, darle primordial importancia a la Escritura y entender cómo Dios está activo en el mundo entero, que la gracia de Dios es para la plenitud de vida.

Esto no significa que nos sintamos especiales, al contrario sentimos una gran responsabilidad por el don que la tradición Reformada nos ha otorgado como legado. Debemos constantemente reformarnos nosotros mismo. Y a menos que la iglesia sea revigorizada en su misión y entendimiento fallará al tratar de ser una fuerza de transformación para el mundo.

Las iglesias Unidas también aportan un ingrediente único en esta receta. Asimismo, ellas tienen creencias distintas sobre lo que esta historia Reformada tiene que significar. Es la interpretación dinámica de la idea de la acción de Dios en toda la historia y el rol de los cristianos en la transformación del mundo.

La otra parte de esta mezcla es: Ser Reformado es ser ecuménico. Todo esto carece de sentido a menos que la familia completa se consagre a ello. Ser Reformado es acoger la cooperación interreligiosa.

¿Cuán importante crees que es la CMIR en el mundo actual?

Llamada a comunión, comprometida con la justicia, la CMIR se dedica a unificar en pro de la transformación del mundo. Nosotros reunimos una familia frecuentemente muy dividida, confesional e históricamente hablado, para poder compartir nuestros dones únicos con el movimiento ecuménico en general y el mundo.

La CMIR es un espacio crucial para crear vínculos más fuertes de comunión, cuidado mutuo y acción común en respuesta al llamado de Dios. A través de la CMIR podemos abordar los problemas que nos dividen como familia. Así podremos cumplir mejor la misión que Dios nos ha encomendado.

Nosotros en la CMIR hemos demostrado que podemos dirigir las cuestiones urgentes que enfrentan la humanidad y el planeta, haciendo uso de nuestras tradiciones Reformadas y Unificadoras para leer los signos de los tiempos a la luz de la Biblia y trabajar juntos, confesando nuestra fe para transformar. Necesitamos continuar haciéndolo, nunca había sido más urgente.

Aun cuando el camino a seguir no es claro y las energías disminuyen tenemos la obligación de contribuir con el movimiento ecuménico en general. Cargamos con el imperativo evangélico de participar con el Dios trino en la transformación del mundo, para que todos puedan tener vida abundante. Eso quiere decir que no sólo la CMIR es importante para las iglesias miembro, el movimiento ecuménico y el mundo, sino además carga con una responsabilidad dada por Dios para levantarse y ser tomada en cuenta en pro de la unidad y de la justicia.

Sobre Cristianismo Protestante


Cristianismo Protestante, la revista oficial de la Iglesia Evangelica Española. La Iglesia Evangèlica Española, fundada en 1869, es miembro del Consejo Mundial de Iglesias, de la Conferencia de Iglesias Europeas, de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y del Consejo Mundial Metodista.

Print Friendly, PDF & Email

Tags: , , ,

Comentarios:

Comments are closed.