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Alfredo Abad es Secretario 1º de la Comisión Permanente de la Iglesia Evangélica Española, teólogo y pastor.

¿Qué vinculación podemos establecer entre religión, derechos humanos e inclusividad para el siglo XXI?

Ateneo de Madrid (14/'2/15)

Ateneo de Madrid (14/’2/15)

Establecer* un vínculo entre los tres términos del enunciado desde el punto de vista protestante que yo represento es hablar de la interacción necesaria entre los tres elementos y más bien del peligro de desvincularlos. De hecho hoy en día la fragilidad de la relación entre religión y derechos humanos o derechos humanos e inclusividad, o religión e inclusividad nos lleva a vivir y justificar la exclusión y el fanatismo, la persecución y el considerar algunas personas como prescindibles.

La iglesia protestante en España ha vivido la ruptura de la citada vinculación en forma de persecución y solo puede ser sensible a toda falta de respeto a la libertad fundamental de la persona. La inclusión de la diversidad es una cuestión de derechos humanos, no es una cuestión de modernidad o de interpretación.

Por una parte en función de la libertad de conciencia, inherente al protestantismo, la aproximación a la cuestión de los derechos humanos no es de oposición. Algunos planteamientos religiosos si lo hacen así, considerando los derechos humanos como fruto de los humanismos. El protestantismo histórico ha participado de la construcción de los derechos humanos por la citada libertad de conciencia, su propia experiencia en la libertad religiosa y su concepción del ser humano, lo que refuerza el carácter inalienable de los derechos de la persona y su universalidad. El vínculo entre religión, derechos humanos e inclusividad es necesario para garantizar la libertad y el ejercicio de una vida humana en plenitud.

Por otra parte teológicamente hay dos nociones en la base de esta argumentación. El primer lugar el himno de la creación del libro de Génesis concibe la humanidad como relacionada fraternalmente y por tanto a los seres humanos como iguales en dignidad por su condición de “hijos de una misma familia” y hechos a imagen de Dios. Ni la raza, ni el género, ni la nacionalidad o las opciones sexuales son circunstancias que puedan conculcar el ejercicio pleno de la libertad. Las religiones tiene responsabilidades en garantizar ese ejercicio. La segunda noción, fundamento de la inclusividad, la tomo de la pastora Margot Kasseman, cuando cita la doctrina del bautismo como la razón principal de la aceptación de la persona y su condición. Ser coherentes con una doctrina del bautismo, basada en la gratuidad del amor de Dios, corresponde con aceptar que Dios llama a las personas como son y las recibe en la integridad de su ser con la plenitud de su amor.

Los protestantes se han enfrentado frecuentemente a los totalitarismos, como en la Confesión de Barmen frente al nazismo, para decir siempre que el modelo es Jesucristo y sólo a él debemos nuestra obediencia y no a nuestros prejuicios, formas culturales o imposiciones arbitrarias que acaban en la castración de nuestra naturaleza plural y diversa. El siglo XXI necesita también que nuestras creencias abunden en a defensa de la persona y de su vida en plenitud.

Alfredo Abad, Marzo 2015

*Ateneo de Madrid – Sección de filosofía – Sábado 14 de febrero 2015

Sobre Alfredo Abad


Alfredo Abad es Secretario 1º de la Comisión Permanente de la Iglesia Evangélica Española, teólogo y pastor.

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