
Confesión personal y confesión institucional
Una tarde, hace ya unos años, fui corriendo con mi hijo adolescente a comprar las entradas del cine para volver, luego más tarde, con toda la familia. Llegamos temprano, así que tocó esperar porque las taquillas estaban cerradas. Casi al momento, y de manera sorprendentemente natural, entablamos conversación con un harapiento mendigo. La verdad es que […]